PCC

Departamento del Caldas

CALDAS

(La información del departamento corresponde a la incluida en el expediente presentado a Unesco en el año 2009)

Caldas produce anualmente 1.000.000 sacos de 60 kilos de café de exportación en alturas que van desde los 1.200 hasta los 2.000 metros sobre el nivel del mar, bajo unas condiciones de clima y suelos óptimos para la producción del grano. La altura media de las veredas que conforman el área del paisaje es cercana a 1.560 msnm, con un 70 % de las hectáreas ubicadas en los niveles de altitud óptimos para la producción de café de altura (entre 1.400 y 1.800 msnm); un 28,4 % en el rango inferior (entre 1.000 y 1.400 msnm) y un poco más del 1 % en zonas más altas (superiores a 1.800 msnm).

El departamento se caracteriza por su alta dependencia de la actividad cafetera, y se destaca tradicionalmente como uno de los mayores productores de café en el país. Cuenta con aproximadamente 36.000 caficultores, 42.112 fincas cafeteras y 78.537 hectáreas sembradas en café. Además participa con el 35 % del área total del PCCC, representada en 52.000 hectáreas en el área principal y 72.000 hectáreas en el área de amortiguamiento. El predominio de unidades productivas pequeñas, o parcelas, es otro de los rasgos característicos de este paisaje cultural. Esta estructura de propiedad de la tierra es el resultado tanto del proceso de colonización antioqueña como del fraccionamiento progresivo de la propiedad. Así, el tamaño promedio de las fincas cafeteras del PCCC en Caldas alcanza solo 3,6 hectáreas, extensión que demuestra la significativa distribución de la tierra en esta región del país.

Cerca del 48 % del área rural total de la zona principal del paisaje en Caldas está sembrado con café. El 52 % restante se distribuye en otros productos, como el plátano, caña panelera, frutas, hortalizas, caña de azúcar, fríjol y maíz. Igualmente, se encuentran en las fincas otras actividades de carácter agropecuario, como los pastos para la ganadería de bovinos, la piscicultura y la cría de cerdos, así como bosques. Esta producción complementaria es de mediana escala y responde a una racionalidad campesina: debido a que el café es un cultivo permanente, los productores deben contar con actividades alternas transitorias que les permitan obtener ingresos y sean de fácil comercialización, o que les sirvan como complemento a su dieta.

El café que se produce en Caldas es un café de ladera. La topografía del área rural del paisaje presenta una pendiente media del 48 %. El 84 % de esa área se encuentra en pendientes de entre 25 y 75 %; en el 13,5 % del área las pendientes no sobrepasan el 25 %, y el 2 % del área tiene pendientes mayores al 75 %. Las más pronunciadas pendientes del PCCC se encuentran en los municipios de Filadelfia, Aranzazu y Salamina (60 %, en promedio), y las más bajas en los municipios de Palestina y Chinchiná (entre el 26 % y el 29 %). Esta característica de cultivo en ladera no solo ha impedido la mecanización de las labores, sino que ha obligado a los productores a introducir técnicas apropiadas de conservación de suelos para prevenir los riesgos de erosión superficial.

Uno de los principales aspectos que reflejan la buena administración de los cultivos por los productores es el mantenimiento de una caficultura joven que, entre otros factores, determina la producción, la productividad y la competitividad del cultivo. La caficultura de Caldas ha sobresalido a nivel nacional debido a que la renovación de cafetales (programa bandera de la institucionalidad cafetera) se ha consolidado como una práctica anual de los caficultores en el manejo de sus predios, garantizando el mantenimiento de una caficultura joven y tecnificada, componente fundamental para una mayor productividad a nivel de finca. Los datos del Sistema de Información Cafetera (SICA) revelan una edad media de 5,9 años para los cafetales del área principal del PCCC caldense. El 57,4 % de esa área tiene cafetales con edades medias de entre 5 y 9 años, mientras que el 42,5 % fluctúa entre los 2 y 5 años. Los municipios que se destacan por tener cafetales más jóvenes son Chinchiná y Palestina. La alta tecnificación de los cultivos, reflejada en edades adecuadas de los cafetales, altas densidades de siembra y adopción de variedades resistentes a las enfermedades del cultivo, ha permitido al departamento posicionarse como uno de los principales productores en el país, con una participación del 11,1 % en el total de la cosecha cafetera.

El departamento de Caldas y, en particular, los municipios incluidos en la zona de influencia del PCC, tienen una gran riqueza natural. Entre las ventajas competitivas de esa zona pueden señalarse:
  • La diversidad de climas y pisos altitudinales que favorecen la diversidad biológica y el turismo científico.
  • La variedad de paisajes de alta belleza escénica, que, acompañados de la oferta hídrica, posibilitan el desarrollo futuro del ecoturismo.
  • La existencia de un laboratorio natural (la cuenca del río Chinchiná) para la evaluación de la amenaza volcánica, el aprovechamiento de energía geotérmica y el desarrollo de conocimiento científico en materia de control de erosión.

A las ventajas mencionadas se suman las siguientes potencialidades ambientales en la zona de influencia del PCCC:

  • La presencia de áreas significativas de relictos de bosques en la reserva forestal Central, ubicada en el eje de la cordillera Central, en parte de los municipios de Aguadas, Aranzazu, Manizales, Marulanda, Neira, Pácora, Pensilvania y Salamina (la mayoría de los cuales está en la zona de influencia del Paisaje Cultural Cafetero).
  • La existencia de programas y políticas de adquisición de predios para la restauración de la biodiversidad.
  • La disponibilidad de personal capacitado en temas de biodiversidad y ecoturismo.
  • La presencia y compromiso del Comité de Cafeteros de Caldas.
  • La existencia de áreas con registro de alta biodiversidad.
  • La disposición de las administraciones municipales y de los particulares para recuperar áreas mediante reforestación.

La biodiversidad de Caldas está representada por una considerable cantidad de especies de fauna y flora. En los ecosistemas explorados se han identificado 857 especies de vertebrados, 124 especies de mamíferos, 433 de aves, 97 de peces y 115 de herpetofauna (reptiles y anfibios) (Corpocaldas 2007). Por su parte, en el corazón de la zona cafetera (alrededores de Cenicafé, en el municipio de Chinchiná) se han registrado 170 especies de aves (en 46 hectáreas), que representan alrededor del 10 % de la fauna conocida de aves en el país (Botero y Baker 2001). En cuanto a la flora, se han reportado cerca de 5.000 especies fanerógamas en el territorio departamental inventariado, que apenas alcanza el 20 % del total del departamento (Corpocaldas 2007). Para Manizales, por su parte, un inventario de plantas vasculares registraba 813 especies, sin concluir todavía el trabajo de campo (Botero 2005).

Entre las áreas de interés ambiental del departamento se encuentran los bosques naturales y las áreas protegidas. Los primeros abarcan una extensión aproximada de 40.000 hectáreas y se localizan especialmente en el eje de las cordilleras Central y Occidental y en lugares aislados del oriente y el occidente departamental. Además se reportan alrededor de 18.500 hectáreas de bosques productores o plantaciones forestales. Con respecto a la guadua, una de las especies más representativas de la región, su superficie natural se calcula en cerca de 4.000 hectáreas, y la de guaduales plantados en 400 hectáreas (Corpocaldas 2007). Por último, entre las áreas protegidas legalmente en el departamento se destacan el parque nacional natural Los Nevados (en Villamaría), así como algunas reservas forestales en la zona de influencia del Paisaje. Esas áreas cuentan con planes de manejo que garantizan su permanencia en el tiempo (Corpocaldas 2007).

Igualmente, el departamento se destaca a nivel nacional por su abundante oferta hídrica. Así las cosas, esta región cuenta con dos grandes cuencas hidrográficas, de las cuales una está situada en la zona de influencia del PCCC: la vertiente o cuenca del río Cauca. Dentro de esta vertiente se delimitan seis cuencas a escala regional: i) ríos Campoalegre y San Francisco; ii) río Risaralda; iii) río Chinchiná; iv) aferentes directos al Cauca este; v) Aferentes directos al Cauca oeste; y vi) río Arma. Por su parte, a escala media (1:25.000), la vertiente del río Cauca se divide en nueve cuencas: i) cuenca del río Chinchiná; ii) cuenca del río Pozo-Maibá; iii) cuenca del río Risaralda; iv) cuenca del río Arma; v) cuenca del río Tapias-Tareas; vi) cuenca del río Supía; vii) aferentes directos al Cauca; viii) cuenca del río Pácora; y ix) cuenca Campo Alegre-San Francisco (Corpocaldas 2007).

Esta excepcional oferta ambiental le ha permitido al departamento comenzar a consolidarse en el mercado de los cafés especiales por la excelente calidad del café producido y la consistencia de sus propiedades físicas y sensoriales. Así, en el departamento se vienen consolidando diferentes experiencias de producción de cafés especiales que pretenden aprovechar el posicionamiento de cafés de excelente calidad con que cuenta la región y ofrecer, a la vez, una oportunidad de mejoramiento en los ingresos de los caficultores.

Sí quiere conocer más acerca de este departamento puede dirigirse a Comité Departamental de Cafeteros de Caldas Cooperativas de Caficultores de Caldas Gobernación de Caldas Cámara de Comercio Documentos relacionados:

Conozca más sobre Manizales – Caldas (Video)

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