El municipio de Filadelfia, al noroccidente caldense, fue fundado en 1840 y adquirió su estatus oficial en 1871. Se encuentra a 1550 metros sobre el nivel del mar y, con una temperatura promedio de 24°, revela el apasionante paisaje caldense de las zonas medias de la cordillera central. 

Su casco urbano, que se mueve entre lo moderno y lo tradicional, es una demostración directa del proceso histórico de la ciudad, que mantiene algunos de los rasgos típicos antioqueños, como las casas de bahareque, pero que también disfruta, en el centro, de construcciones modernas que representan las innovaciones económicas y culturales de los últimos años. En lo económico, el municipio sumó al café y al plátano el también tradicional cultivo de caña panelera, que representa actualmente casi la mitad de la producción agropecuaria de la ciudad. Y en lo cultural, los gobiernos del municipio han creado, en los últimos años, una serie de celebraciones como la cabalgata del día de la raza, el encuentro de escritores caldenses, y los juegos deportivos regionales, que se suman a las más antiguas fiestas de la Virgen del Carmen y María Inmaculada.

Filadelfia combina la arraigada cultura cafetera y paisa con una moderna estructura económica y cultural. Y en sus alrededores guarda una riqueza ecológica exclusiva, en la que miles de turistas disfrutan el rafting, el parapentismo o el senderismo en su especial topografía que va desde los valles del río Cauca hasta el Cerro Batero, en donde se puede apreciar, desde su colina, gran parte del departamento.

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