La historia de Argelia es milenaria. El área que hoy cobija al municipio fue poblada ancestralmente por los indios gorrones, quienes se disputaron el territorio con los quimbayas y los pijaos. Pero su presencia se disminuyó drásticamente tras la llegada de los españoles.
Fue un elemento de su historia reciente el que determinó sus costumbres, el tipo de su economía y su demografía actual: el café. A finales del siglo XIX, un grupo de colonizadores antioqueños, que pasaron por el viejo Caldas, se instalaron en las faldas de la cordillera Occidental, construyeron viviendas, y comenzaron a poblar sus laderas. En 1904 el presbítero Manuel de Jesús Maza propuso llamar al pueblo Argelia y, desde entonces, el municipio forma parte del departamento del Valle del Cauca y su economía gira alrededor del cultivo del grano.
Actualmente, el café es uno de los tres productos agrícolas que más se producen, junto a la caña y el plátano. Además, la ganadería también ocupa un importante lugar en la economía municipal. Argelia está situada a 1560 metros sobre el nivel del mar, tiene un clima medio de 20°, y es un lugar ideal para visualizar, desde su mirador natural, gran parte de la región. De hecho, Manizales, Pereira, Ansermanuevo y Cartago están a la vista de quien la visite.
El municipio es reconocido por albergar las aguas más limpias del Valle del Cauca, y sus nacimientos son fuertemente resguardados por los programas de protección de la gobernación. Los turistas pueden visitar la hermosa reserva natural la cristalina, en donde se encuentran un sinfín de nacimientos y quebradas, y se conserva, como en pocos lugares, la flora y la fauna nativas de la región. Anualmente miles de turistas se dejan llevar por los caminos de trocha que conectan, como una telaraña, las quebradas y los nacimientos. Además, en el río las vueltas, ubicado a tan solo 23 kilómetros del centro de la ciudad, los lugareños ofrecen camping y pesca deportiva.
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