El 25 de junio de 2011 el Comité de Patrimonio Mundial de la Organización para la Educación, la Ciencia y la Cultura Unesco decidió inscribir el Paisaje Cultural Cafetero de Colombia (PCCC) en la Lista de Patrimonio Mundial
Esto no fue más que el resultado de un estrecho trabajo de investigación y articulación que permitió conocer y valorar el PCCC. Para obtener este reconocimiento, se conformaron equipos de trabajo integrados por arquitectos, antropólogos, economistas, historiadores y profesionales de las ciencias ambientales procedentes de los cuatro departamentos, quienes desarrollaron diferentes metodologías de trabajo con la comunidad (familias cafeteras y gremios) para seleccionar el área mas representativa de los valores culturales de la región y para identificar percepciones de la gente sobre su patrimonio cultural. El equipo de profesionales desarrolló el modelo de delimitación para justificar el cumplimiento de los criterios V y VI establecidos por el Centro de Patrimonio Mundial en 2008:
Criterio V. “Ser un ejemplo destacado de formas tradicionales de asentamiento humano o de utilización de la tierra o del mar, representativas de una cultura (o de varias culturas), o de interacción del hombre con el entorno, sobre todo cuando éste se ha vuelto vulnerable debido al impacto de cambios irreversibles”.
El Paisaje Cultural Cafetero de Colombia es un ejemplo destacado de un paisaje cultural centenario, sustentable y productivo, en el cual, el esfuerzo colectivo de varias generaciones de familias campesinas forjó excepcionales instituciones sociales, culturales y productivas, generando, al mismo tiempo, prácticas innovadoras en el manejo de los recursos naturales bajo un paisaje de condiciones extraordinariamente difíciles. La finca cafetera típica en el PCC se encuentra ubicada en un arduo paisaje de empinadas montañas en donde se articulan la forma y diseño del paisaje cafetero, su tipología arquitectónica y el estilo de vida de sus comunidades. Ellos lograron crear una identidad cultural sin paralelo en donde el aspecto institucional relacionado con el PCC no tiene igual en ningún otro sitio cafetero en el mundo.
Criterio VI. “Estar directa o materialmente asociado con acontecimientos o tradiciones vivas, ideas, creencias u obras artísticas y literarias que tangan una importancia universal excepcional”.
La centenaria tradición cafetera es el símbolo más representativo de la cultura nacional en Colombia, por la cual el país ha obtenido reconocimiento en el ámbito mundial. La cultura cafetera ha llevado a ricas manifestaciones tangibles e intangibles en el territorio, con un legado único, que incluye entre otros aspectos, la música, la gastronomía, la arquitectura y la cultura, legados que han pasado de generación en generación.
La tipología arquitectónica única de las fincas cafeteras y la mayor parte de los edificios en las áreas urbanas, evolucionó a través del uso de los materiales locales disponibles, en particular la especie nativa única conocida como la guadua angustifolia. El PCC representa una armoniosa integración del proceso productivo, de la organización social y de la tipología de la vivienda, únicos en el mundo y necesarios para el desarrollo de la cultura del café en un área rural tan difícil.