Santuario, como canta su himno, es una “colina de placeres y encantos”. El municipio, que se levanta a 1565 metros sobre el nivel del mar, es famoso por su solemne arquitectura: desde la entrada, el enorme arco de Nuestra Señora del Carmen asombra a todos los turistas que la visitan, y que luego de pasar por la calle real, adornada por balcones de colores intensos, llegan a la plaza central en una escena típica de la vida paisa. Santuario, en palabras del compositor de su himno, Ignacio Gómez Vargas, “guarda riquezas sin fin”.
Santuario fue fundado como caserío en 1886, bajo la tutela del estado de Cauca. En escasos 21 años, pasó de ser un simple caserío con pocos pobladores a un municipio importante de la región, que se consolidó, en los siguientes 40 años, por el café. Su ubicación geográfica le permitió a sus pobladores consolidar redes de comercio con ansermeños, apianos, virginianos, e incluso con pobladores de Chocó, Valle del Cauca y Cauca, con los que comparte frontera actualmente.
Pero Santuario no solo concentra riquezas arquitectónicas y comerciales: para muchos, la naturaleza que lo rodea lo hace el municipio más lindo de la región. En “la perla del Tatamá”, como se le conoce en la región, se encuentra gran parte del hermoso Parque Nacional Natural Tatamá, un páramo virgen en excelente estado de conservación, donde nacen afluentes del río Cauca. De hecho, es uno de los tres páramos en Colombia que no han sufrido alteración humana.
Además, el parque municipal natural planes de San Rafael, que da entrada al Tatamá, está lleno de senderos y caminos y es atendido por campesinos de la zona, que comparten las tradiciones de la región con propios y extraños.
En la actualidad, Santuario vive esencialmente de su producción agrícola. La caña, el plátano y el café, significan más del 80 por ciento de la producción del municipio. La mayoría de los 15.000 santuareños trabajan alrededor de la producción y distribución de estos productos.
Quien quiera conocer el municipio y además recargarse de la energía y calidez de sus habitantes, podrá planear su visita en noviembre, para disfrutar del famoso Carnaval del Disfraz, celebrado anualmente en Santuario. Allí, los santuareños disfrutan de una semana llena de cultura, fiesta, deporte y recreación.
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