Conservación del equilibrio entre tradición y tecnología para garantizar la calidad y sostenibilidad del café
Este es uno de los cuatro criterios que definen el valor universal excepcional del Paisaje Cultural Cafetero colombiano. El cultivo de café se ha desarrollado como una actividad de pequeños productores que durante 150 años han innovado las labores del cultivo con el fin de enfrentar y superar los retos del entorno.
El equilibrio entre el paisaje productivo y la conservación del medio ambiente es una condición fundamental para el mantenimiento de las características únicas del PCC. Gracias a este, se han mantenido la competitividad y la calidad del producto, en el contexto de un paisaje cafetero vivo, dinámico y cambiante, pero que conserva su esencia en el tiempo.
Los productores han adaptado las labores del cultivo con el fin de enfrentar, desde la finca, los retos que impone el entorno, tales como el incremento en los costos de producción, las plagas y enfermedades fitosanitarias, la disminución de la productividad y la conservación del medioambiente, entre otros.
Este mejoramiento continuo de las técnicas ha sido posible gracias al desarrollo de un «circuito del conocimiento» alrededor del caficultor y su actividad productiva. Este circuito está compuesto por diversas instituciones, como Cenicafé, Centro Nacional de Investigaciones de Café, con la generación de tecnologías, el Servicio de Extensión Rural mediante la transferencia de tecnología y la Fundación Manuel Mejía con la capacitación a extensionistas y caficultores.
Principales prácticas recomendadas por Cenicafé para la caficultura colombiana
Como un tema complementario, es importante la conservación de las especies nativas en la región del PCCC. Para conocer cómo desarrollamos esta actividad te invitamos a ver el siguiente video:
En este enlace encuentra la reciente publicación de Cenicafé