Filandia más conocida como la “colina iluminada” está ubicada en el norte del departamento del Quindío y es un destino soñado para miles de turistas que la visitan anualmente. En los 29 kilómetros de carretera que la separan de Armenia, el recorrido transcurre entre verdes paisajes húmedos, hermosos cafetales, y cultivos agrícolas típicos de la región cafetera y de la “tierra fría” de la región.

Filandia fue fundada en 1878. En ese entonces, un grupo de arrieros recorrió el famoso camino del Quindío,  una ruta que los indígenas prehispánicos, particularmente los quimbayas, usaron en su territorio ancestral. Los nuevos colonizadores se establecieron a lo largo del camino, y algunos de ellos, en lo que hoy es Filandia, fundaron un caserío. Solo 14 años después, en 1892, su crecimiento acelerado la llevó a erigirse como municipio.

En el siglo XX, Filandia se convirtió en un importante centro de producción agrícola y cafetera. De hecho, hoy en día sus mayores fuentes de ingresos son los cultivos de plátano, café y aguacate. El turismo complementa la economía municipal. Y es que el principal atractivo de Filandia, además del café, es su belleza natural. El municipio cuenta con la famosa reserva natural y de investigación Bremen-La popa, y sus hermosas tierras antojan a quien pasa por allí a sentarse a apreciar el hermoso panorama del PCCC, acompañado, por supuesto, de un delicioso café cultivado en la región. Además, el casco urbano del municipio cuenta con una conservada arquitectura paisa, llena de balcones coloridos que acompañan, en la plaza central, su imponente templo de María Inmaculada.

Todos los años se celebran en el municipio las fiestas aniversarias y del canasto, que conmemoran al son de música colombiana.

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